P. Claudio Arévalos Coronel
Educomunicar para el ejercicio de la ciudadanía activa, efectiva y responsable es un proceso que se debe llevar a cabo, actualmente, en consonancia a la “nueva” dimensión humana existencial. La antropología dialogal e intersubjetiva siempre ha definido a la persona como un “ser en el mundo, con los demás y abierto a la trascendencia”.[1] Con la “revolución” de las nuevas tecnologías digitales e interactivas estamos empezando hablar de la persona como un ser “ínter-conectado”, donde la experiencia de la socialización, la formación y la participación ciudadana se realizan en un espacio de “doble interacción” (doubling of interaction), es decir en la integración entre la interconexión social online y la relación de interacción y de proximidad física inmediata (doubling of space). Estamos hablando entonces de una identidad que se construye y se desarrolla en red (Networked self), en un entorno de doble pertenencia existencial: global/local al mismo tiempo.
Socialización e identidad en red (Networked Self)
Llamamos “digital natives” (nativos digitales) a los jóvenes de la “Net Generation”, es decir aquellos nacidos en la época de la tecnología digital (born digital),[2] altamente mediatizados e insertos en un rico y plural ecosistema comunicacional. Lo propio de la nueva generación no es tanto el estar inmersos “con” los demás, sino más bien el hecho de estar en interconexión. Las tecnologías sirven de plataforma mediática y mediación cultural para la experiencia y el ejercicio de la socialización. La interconexión digital es pues una nueva forma de ser y de vivir la experiencia de la socialidad, porque existe la impresión en el imaginario colectivo, que en el nuevo contexto cultural que «si no se está conectado no se es nadie».[3] El networked self no se trata sólo de una nueva moda cultural o una ideología mediática, al contrario, estamos hablando de un nuevo modo de ser y vivir la ciudadanía. Este nuevo modo de ser social genera un nueva manera de actuar: la participación social proactiva glocal o el ejercicio de una ciudadanía en perspectiva global radicada y comprometida local y territorialmente.
Prosumers y post productor cultural glocalizado
Los jóvenes de la generación digital han dejado de ser meros receptores pasivos de la información y de los bienes culturales.[4] Los medios, por su lado, no son “simples instrumentos” porque se han convertidos en espacios de acción, de expresión, de ejercicio del poder económico, político y de mediación sociocultural. El fortalecimiento de la Web 2.0 ha permitido que los digital natives realicen su experiencia de construcción de si mismo y del conocimiento de forma mucho más interactiva y participativa, ellos no son simples “consumidores pasivos” de la información que circulan en la red, sino además son (re) productores/consumidores (prosumers)[5] creativos y post productores de bienes culturales, radicados en la experiencia local y conectado a nivel global. Actualmente la separación de esta doble dimensión existencial es casi imperceptible.[6]
El Papa Benedicto XVI reconoce, en su último mensaje para la jornada mundial de las Comunicaciones Sociales, que «las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural. Junto a ese modo de difundir información y conocimientos, [sostiene el Papa] nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión»[7] en la convivencia social. En esta nueva forma de aprender y pensar el sujeto asume el pleno control de su conducta de modo activo, lo que implica la posibilidad de promoción de iniciativas creativas de manera responsable y autónoma. En este sentido los digital natives son potencialmente proactivos.
Ciudadanía proactiva glocal
Hay algunos que siguen sosteniendo que en el actual contexto sociocultural que nos encontramos “debemos pensar globalmente y actuar localmente”.[8] No basta. Porque según nuestro parecer esta manera de concebir la ciudadanía es insuficiente y hasta cierto punto riesgoso por el hecho que promueve una ruptura en la manera de pensar, de aprender, de establecer relaciones de promoción sociopolítica y ambiental. Creemos que es mejor hablar de una “ciudadanía en perspectiva global radicada y comprometida local y territorialmente” (rooted global perspective).[9] La ciudadanía glocal se forma y se ejercita en un espacio de encuentro y diálogo negociado entre actores globales/locales, que promueven proyectos de cooperación, participación y solidaridad a nivel local, nacional, regional e internacional. Para activar este tipo de participación social es necesario pensar, comunicar y actuar siempre en simultáneo y de manera abierta y plural, a nivel local, nacional y mundial.
El pensamiento glocal es propio de la estructura cognitiva de los digital natives, quienes se caracterizan por un estilo de vida abierto, dialogante, conectivo y reticular. La emergencia de un nuevo estilo de ciudadanía nos debe ayudar a replantear nuestra intervención educativa, acorde a las nuevas exigencias existenciales de nuestros alumnos, de modo que esa sea realmente una “mediación cultural” que favorezca la capacidad de integración y convivencia entre las personas en este nuevo entorno existencial, y de esa forma, nuestros alumnos se comporten como auténticos ciudadanos o agentes proactivos de transformación social, de integración cultural, en vista a una convivencia humana más democrática, justa y solidaria.
El contexto cultural de interdependencia a escala planetaria entre la dimensión global/local exige entonces a la escuela ciudadana «formar un ciudadano glocal, radicado en el local pero igualmente abierto a las dimensiones planetarias».[10] Podemos llamar también a éste proceso globalización “desde abajo”, que para nosotros, se trata de una «ciudadanía glocal que, por un lado, interactúe en el ámbito transnacional mediante redes, asociaciones y organizaciones que sometan a discusión las políticas de cada estado, y por otro lado, actúe localmente construyendo relaciones y alianzas sociales que permitan construir modelos, no guetizados pero tampoco homologados, de un tipo distinto de relación hombre naturaleza»[11] en la sociedad contemporánea planetaria.
De consecuencia, la «educación a la ciudadanía entre local y global […] es un empeño pedagógico» […] irrenunciable por la emergencia de «construir el sentido de la común humanidad, reforzar el ligamen social, promover el sentido de comunidad en el pluralismo, cultivar el arte de la convivencia, en fin, inventar el vivir juntos en un mundo que ha resultado, al mismo tiempo, muy pequeño y muy grande»,[12] pero que requiere de manera “urgente” ser entendida y asumida para poder diseñar intervenciones eficaces de formación sociopolítica.
Pistas para la reflexión personal y grupal
1- ¿Cómo educadores, somos conscientes que nos encontramos en un contexto de gran cambio cultural y tecnológico? ¿De que manera el cambio de la comunicación, generado por las nuevas tecnologías, influye en nuestra manera de pensar, aprender y actuar?
2- ¿Cómo estamos promoviendo las competencias educomunicativas mediáticas (acceso, interacción y participación) desde el ambiente educativo escolar para el ejercicio de una ciudadanía proactiva glocal?
3- ¿Estamos de acuerdo que la nueva tecnología digital interactiva están generando nuevos procesos de integración, de pertenencia y participación ciudadana? ¿De qué manera estamos preparando a nuestros alumnos para el ejercicio de este nuevo tipo de ciudadanía?
[1] Gevaert J. (2005). El problema del hombre. Introducción a la antropología filosófica (14ª Ed.), Salamanca, Sígueme.
[2] Piscitelli, A. (2009), Nativos digitales. Dieta Cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de la participación, Buenos Aires, Santillana, p. 46.
[3] Verdú V. (2006), Yo y Tú objetos de lujo. El personismo: la primera revolución cultural del siglo XXI, Barcelona, Debate, p. 190.
[4] Prensky, M. (2010), Teaching Digital Natives. Partnering for real learning, Corwin A SAGE Company (California), United States of America.
[5] El neologismo Prosumer es la contracción de los términos ingleses Producer y Consumer. Gracias al alto de grado de interactividad de las nuevas tecnologías, el mismo medio, ha generado un nuevo perfil de usuario, mucho más activo y creativo.
[6] Palfrey J.-Passer U. (2009), Nati con la rete. La prima generazione cresciuta su Internet. Istruzioni per l’uso, Milano, BURrizzoli, pp. 58-60.
[7] Mensaje del Papa Benedicto XVI para las 45 Jornadas Mundial de las Comunicaciones Sociales (05-06-2011). Ver en: (<http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/communications/documents/hf_ben-xvi_mes_20110124_45th-world-communications-day_sp.html>), visitado el 14-06-2011.
[8] Mayor información en: (<http://es.wikipedia.org/wiki/Piensa_globalmente,_actúa_localmente>), visitado el 14-06-2011.
[9] Premoli S. (2008), Pedagogie per un mondo globale. Culture, panorama dell’educazione, prospettive, Torino, EGA, pp. 188-190.
[10] Tosolini A. (2007), Educare il cittadino glocale, in A. Tosolini-S. Giusti-G. Papponi (a cura di), A scuola di intercultura. Cittadinanza, partecipazione, interazione: le risorse della societá multiculturale, Lavis (TN), Erickson, p. 33.
[11] Mayer M. (2002), Ciudadanos del barrio y del planeta, en F. Inbernón (Coord.), Cinco ciudadanías para una nueva educación, Barcelona, Graó, p. 92.
[12] Santerini M. (2009), Educazione alla cittadinanza tra locale e globale, en L. Luatti, Educare alla cittadinanza attiva. Luoghi, metodi, discipline, Roma, Carocci, p. 34.